Llevaba años queriendo un tatuaje de Zelda y buscando el tatuador que encajase con lo que buscaba (tarea titánica porque soy muy perfeccionista), ¿os dais cuenta de estos tops con tatuadores de fuera que te encantaría acceder y sigues por Instagram solo por deleitarte? Pues Daniel es uno de esos cracks contados, cuando me enteré que venía cerca reservé corriendo y esperé casi un año por él. Si ya tenía hype viendo su trabajo desde fuera, cuando lo conocí superó cualquier expectativa. Yo tengo muy buena experiencia de mi otro tatuaje (también me costó encontrar la tatuadora ideal para él) pero el trato y la profesionalidad de Daniel entró directamente en otra liga. Le planteé varias ideas que tenía en mente, le dejé que hiciera su magia y me apareció con una idea espectacular, me encantó que a pesar de ser un artista potente se tomase tanta molestia en captar la idea, y en enseñármela con antelación (creerme que no abunda esto, tú elijes al artista porque te gusta y se entiende que lo que haga te va a encajar sin casi margen de maniobra).
La sesión fue titánica porque solo teníamos un día para hacer una obra compleja con mucho detalle y de gran tamaño que llevaría dos sesiones fácil. Daniel aguantó 10h de tatuaje con una pausa de 15 minutos de reloj, se fue adaptando en el transcurso incluyendo más detalles y mejoras (el tamaño permitió complicarlo más), me pareció increíble que pudiese hacerlo sobre la marcha, dejó claro que tiene mucha técnica y capacidad. En todo momento se preocupó por mi comodidad y estuvo hablándome para que se me hiciese menos duro a pesar de lo agotador que fue también para él. Los detalles que tiene el tatuaje no parece que se puedan hacer en piel, es como si hubiese dibujado en un lienzo. A sumar otra cosa que me sorprendió mucho es que es súper cuidadoso con la higiene (no toco ni un elemento externo con las manos en todas esas horas).
El tatuaje como veis en las fotos no es un reflejo tal cuál del videojuego, es una interpretación muy artística, y cómo enmarca a los personajes hace que ligue en la piel de forma muy elegante, no es un pegote de dibujo en el cuerpo, si no que se amolda (me llamó mucho la atención cómo cuidó proporciones y ángulos que hacen que en la piel se vea lógico y armonioso).
Un tatuaje es una decisión que tomas "para toda la vida" o al menos esa es la idea, y Daniel es un profesional de 11 y un acierto seguro.
Me llevo una obra de arte en la piel para toda la vida, ha sido un placer encontrarte, y si vuelvo a querer tatuarme a futuro, eres mi "must have".